—¿De qué se trata esto? El personal del hotel dijo que has estado conviviendo con una mujer. Me dijiste que viniste aquí por negocios, ¡pero has estado pasando tiempo con ella a mis espaldas! ¡Ella casi te mata, y aun así te preocupas por su seguridad! Ella quiere verte muerto, así que deberías matarla. ¿No sería ese un castigo adecuado? —Yan Yue rugió incontrolablemente.
Ruan Tianling simplemente la miró, sus ojos oscuros fijos en ella. Curiosamente, ella se sintió un poco culpable, ¡aunque creía que tenía razón!
—Tianling, ¿aún la defiendes a estas alturas? Llamemos a la policía. Ella te drogó, quebrantó la ley. ¿No deberíamos dejar que la policía la arreste?
—Yueyue, sabes que ella me drogó. ¿Cómo podría defenderla? No podemos dejar que la policía se encargue de esto. Yo me ocuparé de ello —respondió Ruan Tianling con calma.
Yan Yue lo miró con algo de desconfianza.
—¿Qué planeas hacerle?