En la oscuridad, Ruan Tianling entrecerró sus fríos ojos, hablando en voz baja:
—Estaba pensando, por el bien de este niño, que podría intentar dejar a Yan Yue y volver a casarme contigo, para darle al niño una familia completa y no dejar que se convierta en un bastardo. Pero entonces me drogaste, tratando de matarme, y cambié de opinión de inmediato.
El rostro de Jian Yufei cambió ligeramente, tanto por las palabras que él había dicho, como por las palabras que estaba a punto de pronunciar.
La mano de Ruan Tianling acariciaba suavemente su abdomen inferior, sus movimientos eran tiernos, pero su expresión y sus palabras eran gélidas.
—En el hospital, estaba pensando que debía recuperarte, hacerte dar a luz a este niño, ¡y luego arrebatártelo de tu lado! No me casaré contigo, continuaré con la boda con Yan Yue, ¡y dejaré que Yan Yue sea la madre del niño!
Los ojos de Jian Yufei se agrandaron de sorpresa, su rostro se volvió pálido.