Ella lo había dicho en ese momento, pero incluso entonces, Ruan Tianling sabía que las posibilidades de salvar al niño eran escasas.
Él apretó el anillo con fuerza, apretando la mandíbula. —¡No es mi culpa!
—Lo sé, pero también tienes parte de culpa.
...
—¿Sabes? Tengo dos nudos en mi corazón, no puedo aceptarte, nunca podré hacerlo.
Ruan Tianling pensó que los dos nudos que ella mencionaba eran la fuerza que él había usado con ella y el aborto.
Él apretó fuertemente su mano, su voz se volvió aún más baja. —Fue mi culpa por hacerte daño esa vez, me disculpo. Pero esto no es completamente mi culpa, ¡no puedes hacerme esto!
Jian Yufei cerró los ojos, las experiencias de los dos abortos estaban grabadas en su memoria.
Para una mujer, tener un aborto es un gran trauma.
Pero para ella, no era solo daño físico, sino también un trauma psicológico masivo. La primera vez la hizo perder la esperanza, murió por dentro.