Jian Yufei empujó furiosamente contra su cuerpo, con los labios de Ruan Tianling intentando besarla varias veces, solo para ser empujados por ella. Él levantó la cabeza con impaciencia y le sujetó las manos, sosteniéndolas a ambos lados.
—¡No te muevas! Déjame besarte.
—¡Me mentiste! —Jian Yufei gritó con ira.
Una sonrisa apareció en la esquina de la boca de Ruan Tianling:
—¿Sobre qué te mentí?
—¡No bebiste nada, embustero!
—Nunca dije que estaba borracho. Desde el principio, eras tú quien pensaba que estaba borracho, aunque yo siempre defendía que no lo estaba.
—Si no estabas borracho, ¿harías que fuera en medio de la noche para volver a casarme? Ruan Tianling, ¿disfrutas burlándote de mí? —Jian Yufei sentía que la habían hecho parecer una tonta. Estaba avergonzada y furiosa, deseando poder patearlo sin descanso.
Ruan Tianling la sujetó mientras ella se debatía, sus ojos oscuros enfocados en ella: