—Sí, si mamá lo dice, entonces es así.
Gong Shaoxun no puede evitar ponerse de pie, señalándole que lo registre. Zhenzhen sonríe y mete su mano en el bolsillo de sus pantalones, solo para sacar una llave de coche.
—Extraño, ¿a dónde se fue? —Ella revisa sus otros bolsillos. Gong Shaoxun está sin palabras, esta niña no se detendrá hasta conseguir lo que quiere.
—Está bien, lo tengo, estaré atento por ti. —Cu Haoyan termina la llamada mientras baja las escaleras—. Zhenzhen, ¿qué estás haciendo?
—Estoy buscando la foto de la tía, pero no puedo encontrarla.
—No existe en primer lugar. —Gong Shaoxun le pellizca la mejilla con una sonrisa.
Cu Haoyan supone que Gong Shaoxun simplemente estaba jugando con ella y no pregunta más.
—¿Con quién estabas en el teléfono? —Gong Mei inquiere.
Él toma asiento junto a su esposa, deslizando naturalmente un brazo alrededor de sus hombros:
—Ruan Tianling. Jian Yufei se escapó, me pidió que la ayudara a buscarla.