Más Verdades...

Ramsey

Cuando Seth y yo llegamos al lugar del festival, respirábamos con agitación y nuestros músculos estaban tensos de anticipación. El camino hasta aquí había sido extrañamente silencioso, excepto por el zumbido lejano de los festivales.

Sobre nuestras cabezas, la luna de la cosecha colgaba baja. Estaba a medio aparecer ahora..., pero muy pronto, estaría llena. El festival estaba en pleno apogeo. Las risas resonaban a través del cielo nocturno mientras las familias se reunían alrededor de la enorme hoguera en el centro del lugar. Los niños corrían en círculos, sus chillidos de alegría perforaban el aire y las parejas bailaban al ritmo de la suave melodía que sonaba de fondo.

Nadie huía de ser atacado, tampoco gritaban como lo habían hecho hace unos minutos. Si acaso, el ruido que había escuchado venía de un grupo de preadolescentes jugando en un rincón.

Todo estaba bien.