Hace veintitrés años.
Punto de vista de Miriam
Madre Liora inventó una historia acerca de que yo necesitaba ir en una misión de autoiluminación, citando que yo era la persona más joven en ser designada como la próxima Gran Sacerdotisa y, como tal, necesitaba hacerlo.
Pero yo estaba escondida en una pequeña cabaña en las afueras de la Manada del Portal Dorado, en la casa de una partera de mediana edad y su esposo. Ellos me cuidarían y, a cambio, entregarían mi bebé a parejas que lo necesitaran cuando llegara el momento.
Los meses pasaron y mi vientre creció con la vida dentro de mí. Madre Liora rara vez venía a visitarme. Ella enviaba a Terra o a alguna de las sacerdotisas más jóvenes pero nunca venía ella misma. No podía decir si todavía estaba decepcionada de mí, pero tampoco tenía muchas opciones.