La verdad sobre Corvus...

Neriah

Lo miré intentando entender a qué se refería.

—¿Mis abuelos? ¿El cerebro detrás del ritual? —él asintió con una sonrisa astuta—. Lo descubrí demasiado tarde, Neriah. Yo era un sirviente leal, e hice todo según el libro, pero descubrí que mi hermana era una de las Omegas que fue sacrificada. —hizo una pausa mientras el dolor destellaba en sus ojos—. Traicioné a mi gente esa noche. Rompí el juramento y quemé el templo donde se realizaban los rituales, matando a todos dentro – guerreros, sacerdotes y el hermano menor del Alfa de los Bosques del Norte... —se giró hacia mí—. El hermano de tu padre y tu tío.

—¿Así que esta es la razón por la que mi padre te ha estado cazando todos estos años? ¿Por venganza? —él rió—. Eso está muy lejos de la realidad, Neriah. No me quiere por venganza, quiere protegerte. Tú eres la última pieza de la maldición.

—¿Última pieza de la maldición? ¿De qué estás hablando? ¿Qué quieres decir?