Lyla
—No lo sé —murmuré, mirando mis manos, las cuales me parecían bastante comunes—. Juro que no hice eso a propósito; solo iba a…
Mientras intentaba demostrar cómo quería defenderme, Clarissa se agachó. Sus ojos estaban abiertos de par en par por el miedo.
Rápidamente, retiré mis manos y las escondí detrás de mí.
—Lo siento —fue todo lo que pude murmurar.
Ella me miró fijamente durante unos minutos.
—¿Pensé que dijeron que perdiste tus poderes? ¿Es real eso del Cantolunar?
Me voltee hacia ella.
—Eso me dijeron, pero supongo que nunca se fue del todo y…
Levanté mi mano nuevamente para hablar y al minuto siguiente, la puerta de la habitación se cerró de golpe con un estruendo resonante…
Clarissa se había ido.
Sus pasos resonaban por el pasillo en rápida sucesión. Miré mi mano otra vez observando cómo pequeñas volutas de energía blanca se disipaban de la yema de mis dedos como la niebla de la mañana.