Unos minutos antes de que se agotara el tiempo, Natalie terminó de hacer su perfume. Finalmente, todos en la audiencia soltaron un suspiro de alivio.
Natalie llevó su creación a los jueces y colocó la bandeja frente a ellos. Los cinco jueces lo probaron uno tras otro, cambiando notablemente sus expresiones. Se miraron entre sí con incredulidad y luego dirigieron sus miradas hacia Natalie.
Examinaron la fórmula que Natalie había escrito, y sus expresiones cambiaron una vez más.
Briena, de pie al costado, sonrió con complacencia. Ahora es el momento de tu caída, Natalie.
—Señorita Natalie, usted y la Señorita Briena han creado exactamente el mismo perfume. ¿Cómo es posible? —preguntó uno de los jueces.
Murmuraciones se esparcieron por la sala, dejando al público estupefacto.
—¿Ella ha plagiado a Briena otra vez?
—Parece que sí. Briena terminó primero, claramente sabiendo lo que estaba creando, mientras que Natalie parecía perdida y confundida.