—¿Por qué? —Natalie de algún modo logró preguntar.
Pero detrás de ese único "por qué" había tantas preguntas que quería hacerle. ¿Por qué me haces esto? Dijiste que estarías a mi lado, ¿entonces por qué te estás volviendo contra mí? Tantos "por qué" revolvían su mente.
—¿No es suficiente hacerlo por mi bien? Esta será la última vez que te pida que los perdones —le escuchó decir.
Una vez más, Natalie guardó silencio.
—¿Nat? —La voz de Alberto volvió a sonar.
La mano de Natalie apretó el celular con fuerza mientras finalmente decía:
—De acuerdo —y colgó la llamada.
Sus ojos se humedecieron, pero se contuvo de derramar una sola lágrima.
Marcó el número de Daniel y le dijo que retirase la demanda.
-----