Otros presentes en el evento comenzaron a ofertar también. Aquellos de la Ciudad Imperial que conocían a las dos hermanas Ford observaban con curiosidad, esperando ver cuál de las dos ganaría. De vez en cuando, se unían solo para subir la oferta, empujando el precio hasta los 2.5 millones.
Briena seguía mirando a Natalie para ver si haría una oferta más alta, y solo entonces decidía aumentar la suya. Estaba decidida a no dejar que Natalie ganara nada. Dada la nueva empresa y la situación financiera de Natalie, estaba segura de que Natalie no podría permitirse artículos caros. Y si Natalie pujaba por algo más barato, Briena se aseguraría de quitárselo.
Natalie subió su oferta. —2.6 millones.
—2.8 millones —replicó Briena de inmediato.
Natalie mantuvo su expresión calmada y compuesta antes de ofertar de nuevo, sorprendiendo a todos esta vez. —3.5 millones.
—¿Lo está haciendo a propósito? —comentó Irene con enojo—. Está claro que ve que Briena lo quiere, pero no se echa atrás.