Invitación de boda

—¿Realmente es tan difícil responder? —bromeó Julia—. Pareces absolutamente desconcertada.

Natalie salió de su trance y respondió:

—Umm… tal vez porque… es muy guapo…

Suspiró aliviada, pensando que se había librado de tener que explicar más.

En respuesta, la suave risa de Julia resonó en el salón. Caryn bajó sutilmente la cabeza y presionó su sien como si estuviera decepcionada de escuchar esa respuesta.

James miró a Caryn y sonrió al saber exactamente el motivo de tal reacción de Caryn.

—Eres igual que tu madre —se rió Julia.

Natalie miró a Caryn, quien lucía más decepcionada que cualquier otra cosa.

—¿Qué sucede? —preguntó Natalie, genuinamente confundida.

Julia explicó:

—Cuando James trajo a Caryn a nuestra casa en Bayford por primera vez para conocerme, le hice la misma pregunta: ¿Por qué le gustaba mi hijo? Su reacción fue exactamente como la tuya, como si le hubiera hecho una pregunta que estaba fuera del temario. Y luego su respuesta fue exactamente igual a la tuya.