Somos hermanos por una razón

Aaron regresó al ático, donde Natalie y Justin estaban ocupados con su propio trabajo relacionado con sus negocios individuales.

—¿Te divertiste anoche? —preguntó Justin mientras Aaron entraba en el salón.

—¿Estás celoso, ya que eras tú a quien esa mujer deseaba? —preguntó Aaron—. Podía escucharla llamando tu nombre toda la noche.

Al oírlo, Natalie miró fijamente a los dos hermanos, especialmente a Justin. Pero luego miró a Aaron.

—Cuñado, no me hagas querer desgarrar la garganta de tu esposa recién casada.

Aaron sonrió con desdén.

—Adelante. —Luego miró a Justin—. En la grabación, Natalie puede escuchar cómo ella gritaba tu nombre...

—Cállate —dijo Justin fríamente—. No le muestres cosas desagradables.

—Intenta meterte conmigo, y tu esposa lo estará viendo todo de inmediato —dijo Aaron en tono burlón.