—Tres contra dos. No es de extrañar que nuestros clanes no puedan resistirlos —Gu Mian y Gu Wu estaban furiosos. Estaban a punto de hacer un movimiento, pero Jian Wushuang los estaba bloqueando.
—Me ocuparé de los tres tipos —habló Jian Wushuang.
—¿Señor? —Gu Mian y Gu Wu miraron al joven sorprendidos.
—Solo miren —respondió Jian Wushuang. Desenvainó su espada larga y cargó hacia adelante.
—¿Qué deberíamos hacer? —Gu Mian y Gu Wu se miraron, debatiendo si ir o no.
Tenían que obedecer las órdenes de Jian Wushuang, pero también necesitaban protegerlo.
—No se preocupen —dijo solemnemente Gu Wu—, Jian Wushuang es del Palacio del Dios Antiguo, debe ser bastante fuerte. Quiere luchar solo, dejémoslo hacerlo. Solo necesitamos asegurar su seguridad.
—De acuerdo —Gu Mian asintió—. Estemos preparados. Si está en peligro, lo salvaremos.
Habían tomado una decisión.