Después de ganar sucesivamente 10 combates, Jian Wushuang salió de la arena.
—Señor Espadachín, aquí está su Ficha Cercis. Puede usarla usted mismo, prestarla o venderla. No se le permite obtener más de una ficha —dijo el anfitrión, un experto del Reino Eterno.
—Entiendo, gracias —dijo Jian Wushuang al tomar la ficha. Marcó la ficha con una gota de su sangre para señalar su propiedad antes de prepararse para irse.
—Espadachín —una voz detrás de él lo detuvo en seco.
Jian Wushuang se giró y vio a la chica que había sido su primera oponente en la arena. Se acercó a él con una sonrisa en su rostro. —Felicidades —dijo ella.
—¿Sí? —preguntó Jian Wushuang con indiferencia.
—Soy Lin Wan. Vine a agradecerte por mostrarme misericordia durante la lucha —explicó la chica.
—No tengo nada en contra tuya. Solo quería obtener una Ficha Cercis. No había necesidad de matarte —dijo Jian Wushuang con frialdad. Rápidamente se marchó para evitar enredos con la chica.