En una isla gigante, completamente cubierta por una espesa niebla, situada en el extremo más lejano del Mar de Niebla Estelar.
Jian Wushuang llegó a esta isla con el Señor Espíritu del Sonido.
Después de aterrizar en el suelo, Jian Wushuang echó un vistazo a su alrededor.
Sin embargo, aparte de la espesa niebla, lo único visible era grava dispersa. Se sorprendió al descubrir que todas las piedras e incluso el suelo tenían un extraño color escarlata.
«El suelo...». Jian Wushuang pisó el suelo escarlata, encontrando que era muy duro y liso. Deliberadamente estampó con más fuerza, pero el suelo permaneció indiferente a su fuerza.
—Sígueme —dijo el Señor Espíritu del Sonido.
El Señor Espíritu del Sonido condujo a Jian Wushuang más profundamente en la isla.
Jian Wushuang lo siguió de cerca mientras inspeccionaba sus alrededores. Podía notar que había algo inusual en esta isla.
En primer lugar, era demasiado silenciosa. No había ningún sonido en toda la enorme isla.