El aire entre Xu Zeng y Xu Hu Zhe crepitaba con tensión, el peso de las palabras no dichas colgaba pesadamente entre ellos como un sudario. Xu Zeng ya estaba de pie, su expresión permanecía estoica, una máscara de indiferencia calmada apenas cubría la conmoción que sentía.
Xu Hu Zhe lo observaba intensamente, sus propias emociones giraban en un torbellino de confusión y frustración. Su mente había corrido con un montón de pensamientos, cada uno luchando por dominar mientras intentaba dar sentido a la situación que se desvelaba ante él.
Pero antes de que pudiera articular sus pensamientos, Xu Zeng habló y empujó por completo sus pensamientos y sentimientos a un lado. Él había decidido por ambos, decidió dejarlo igual que había decidido sus destinos solo unos momentos antes.
Xu Zeng escuchó muchas palabras y quería abordarlas todas, pero sentía como si las palabras le golpearan en el estómago de igual manera.