Xu Hu Zhe: El corazón puede esperar

*Perspectiva de Xu Hu Zhe*

A medida que la noche descendía, su frío parecía penetrar más profundamente que en días recientes, señalando la inminente llegada del otoño. El aire se sentía más frío que en una noche de otoño típica, envolviendo la solitaria figura parada en medio de la oscuridad, iluminada por el resplandor siniestro de la luna.

La figura se erguía alta e imponente, con un cuerpo delgado pero musculoso, que recordaba a un árbol robusto afianzándose contra el telón de fondo de la noche. Para Xu Hu Zhe, estos momentos tranquilos en la quietud de la Finca Nanshan eran los más atesorados por encima de todo.

En esta quietud, no había sirvientes atareados o voces resonantes, ni cotilleos ociosos o miradas persistentes de los gers solteros y las mujeres. Era durante estos serenos intervalos que Xu Hu Zhe encontraba cierta paz, deleitándose con el ambiente calmante que envolvía la finca.