¿Es demasiado tarde para disculparse?

—Lee Hua se mantenía temblorosamente en la esquina del patio mal iluminado, el peso de su pasado cayendo sobre él como una niebla opresiva. Los recuerdos de rechazo y traición giraban en su mente, cada uno un doloroso recordatorio de su propia insuficiencia a los ojos de su familia.

—En su momento de necesidad, vergüenza y profunda vulnerabilidad, lo trataron como a un extraño, su frialdad cortándole hasta el centro.

—Mientras repasaba involuntariamente las escenas en su mente, sentía el aguijón de su desdén, la forma en que mantenían su distancia incluso mientras le arrojaban montañas de insultos a sus espaldas.

—Era como si se regodearan destrozándolo, culpándolo por sus propias fechorías y fracasos. Era como un pasatiempo, uno pensaría que recibían plata por difamarlo. Después de todo, plata y reconocimiento era todo lo que necesitaban.

—El honor era un pensamiento lejano.