—Las mirada de Xu Feng escaneaba los títulos mientras pasaba, no buscando realmente nada en particular, solo empapándose de la atmósfera —murmuró para sí mismo. Pero, por más reconfortante que fuera la librería, no era lo que él necesitaba. No podía quedarse ahí.
—Necesitaba seguir moviéndose, seguir buscando algo útil —se dijo.
Al fondo de la tienda, Xu Feng encontró una puerta que parecía llevar a un pequeño almacén. Estaba cerrada con llave, pero después de forcejear un poco con la manija y aplicar un poco de fuerza, logró abrirla.
Adentro, encontró cajas apiladas hasta arriba, llenas de libros que no se habían vendido, pero ninguna ropa, ningún zapato—nada que pudiera ayudarlo.
—Decepcionado, Xu Feng salió del almacén y continuó su búsqueda, moviéndose hacia el frente de la tienda —pensó.