Manipulación y Amenaza

Sasha se sorprendió al leer la noticia sobre el concierto de Atenea. Lo que captó su atención fue el tema del misterioso hombre que se llevó a Atenea.

«Este tipo. Fue mi salvador. Entonces, Atenea conocía a este hombre. ¿Cuál es su relación?», pensó Sasha.

Sasha no podía quitar los ojos de la foto de Vladimir. Acababa de llegar al aeropuerto cuando Melissa le envió los artículos. Le mencionó que Vladimir la había salvado una vez.

—¡Sasha! —Melissa le hizo señas en cuanto la vio desde la puerta de llegadas. Estaba allí para recogerla.

—¡Mel!

Las dos damas se abrazaron.

—¿Estás lista ahora? —Melissa le preguntó con intención.

Sasha movió la cabeza frenéticamente. —Sí. Lo estoy. No puedo esperar a ver la reacción de mi esposo.

—Buena chica. Ahora vamos a ver a tu esposo. Dale un gran susto de su vida. —Le dio una palmadita suave en la espalda a Sasha.

Sasha solo podía sonreír mientras se frotaba el estómago.