—Creo que vamos a aterrizar pronto —habló mientras dormías, y queremos salir y ser recibidos contigo.
—No veo por qué no, siempre y cuando haya espacio —Karl soltó una carcajada.
Rae parecía excesivamente feliz con esa respuesta, y Karl se preguntó qué tenía en mente y cuánto iba a aterrorizar a los lugareños.
Afortunadamente para el plan de Rae, alguien había notificado a los medios que venían, y había docenas de miembros de la prensa, políticos con ojos somnolientos que habían sido arrastrados de la cama antes del amanecer y representantes corporativos esperando en un gran campo por su llegada.
—Oh, eso será perfecto —Rae animó.
Karl refrescó su armadura y consiguió una nueva versión en negro con un Tabardo del Host de Luz Oscura bajo una placa de pecho de acero azulado. Era casi caballeresco, si ignorabas la parte donde todo excepto el pecho era de cuero y quitina o tela.
Se saltó el casco, y esperó a que el helicóptero se acercara al suelo.