Karl regresó a su apartamento y suspiró al darse cuenta de que Cara ya había robado el lugar junto a Dana, justo en medio de la cama.
—¿Qué es esto? ¿Estás tratando de robar a mi Mago Dana? —Karl exigió con diversión al darse cuenta de que Dana estaba durmiendo con Cara medio drapeada sobre ella.
—Tú eres parte de mí, yo soy parte de ti. Básicamente somos una sola persona. —Cara respondió.
—¿En serio ahora?
—Sí. Así que no es tu Dana, es nuestra Dana.
—Definitivamente hay algo mal con esa lógica. Si ella es nuestra Dana, deberías estar del otro lado. Así podemos compartir adecuadamente. —Cara lo consideró, luego usó una ala para arrastrar a Dana a través de la cama con ella, de modo que la maga quedara en el centro de la cama.
—Mucho mejor.