Karl llamó a seguridad en la puerta principal e informó que se dirigía de regreso al Palacio para la noche.
Los guardias abrieron la puerta para dejarlo salir, luego le indicaron que esperara mientras llamaban a un equipo de seguridad para escoltarlo fuera del complejo. Nadie se movía solo por el complejo, ni siquiera los guardias, y Karl era la única amenaza real para la estructura del edificio.
No es que alguien pensara que él atacaría algo. Los guardias no recibían noticias sobre lo que sucedía dentro de los laboratorios, pero cuando se abrió un portal desde el exterior, se habían movilizado, y habían obtenido información de que ya había habido progresos y que un objeto estaba siendo entregado a un Soberano.