Con la decisión tomada, Misty condujo a Karl hacia la parte trasera de la propiedad, donde los sonidos de cantos provenían de lo que parecía una casa de carruajes con los lados tapiados por vides vivas.
—Lluvia, sal y di hola, tenemos un cliente VIP —anunció ella, y el canto se detuvo.
Una joven Dríada asomó su cabeza entre las vides, y Karl supo inmediatamente que Lotus no iba a conseguir nada productivo.
Tal vez Cara podría mantenerla bajo control, pero esta pequeña criatura era adorable.
—¿Qué pasa, mamá? Acabo de terminar ese proyecto para la familia Davidson —respondió ella.
—Este encantador joven Demonio va a renovar los antiguos cuarteles, y quiere una transformación completa para la planta principal para convertirla en una tienda de lujo de objetos mágicos y joyería —explicó Misty.
—¿En serio? ¿De dónde sacará los artículos para eso? —preguntó la joven Dríada, poniendo los ojos en blanco.