Mariposa en Apuros

Karl se agachó y recogió la crisálida. Estaba gravemente dañada, pero era dura y lisa como el acero.

Aún no podía verla, pero al tenerla en su mano, podía sentir la magia. Lo que fuera que estuviese evolucionando debió haber lanzado invisibilidad sobre sí mismo.

—¿Qué encontraste? —preguntó Lotus.

—Un cristal de algún tipo. Creo que podría ser un capullo. Es definitivamente la criatura angustiada, además hay marcas de mordiscos en la dura cáscara —explicó Karl.

La criatura todavía estaba en agonía, pero Karl no sabía qué hacer.

Lotus, sin embargo, tenía algunas ideas. Primero lanzó un hechizo de curación sobre ella, luego le transfirió algo de maná.

Eso le dio una idea a Karl. Sacó una de las pociones de maná y resistencia de Remi y dejó caer el cristal en ella.

El cristal se hizo visible y comenzó a brillar con poder a medida que absorbía la poción a un ritmo que desafiaba todo lo que Karl sabía sobre cómo funcionaban el volumen y la física.