Dora

Dora sonrió y asintió. —¿Qué te gustaría que yo hiciera?

—La tradición es que los nuevos artesanos hagan su primer objeto para un empleador, para uso propio. Entonces, haz un objeto que usarías diariamente mientras trabajas, y yo lo mejoraré para su uso. Suponiendo que puedas crear un objeto del estándar requerido, claro está —explicó Karl.

Dora asintió y creó una pulsera de aro simple de plata, de unos dos centímetros de ancho, con un patrón escamado en el exterior y un interior liso.

Karl examinó cuidadosamente el objeto. —¿Puedes crear grabados complejos? Veo que este es un patrón repetitivo.

Dora negó con la cabeza. —Eso está al límite de mis habilidades. Normalmente los haría con una superficie lisa.