Tiró al Jefe

Dana miró con preocupación el espectáculo en la sección del campo de batalla de Karl. Había mucha luz dorada parpadeante allí, y comenzaban a atraer a los no muertos de otras regiones hacia ellos.

—¿Qué está haciendo allí? —Tessa gritó para que el mago volador pudiera escucharla.

—No tengo ni idea. Si tuviera que arriesgar una suposición, diría que inventó granadas de mano santas. Son solo explosiones de luz sagrada constantemente —Dana respondió.

Thor se rió de la idea. Las granadas de mano santas sonaban como mucha diversión.

Tessa sacudió la cabeza con consternación.

—Bueno, si eso es un objeto y no una habilidad, insistiré en que lo comparta. Pero casi hemos terminado con los no muertos en nuestra zona, y la magia profana del portal está comenzando a decaer.

Tan pronto como las palabras salieron de su boca, Tessa tuvo una premonición. La magia no era solo para mantener al ejército alimentado, era un mecanismo de seguridad incorporado.