Ya no está prístino

Los discursos fueron interrumpidos por el sonido de campanas de alarma sonando por toda la ciudad.

Al principio, Karl pensó que podría ser por las personas que habían caído muertas debido al hechizo de resurrección, pero las alarmas continuaban, y un tono secundario se introdujo después de los primeros segundos, como si la situación hubiera sido actualizada.

El Consejero alzó la voz. —Todos, manténganse calmados y prepárense para defenderse. La ciudad está actualmente bajo ataque, tanto interna como externamente.

Eso no ayudó en nada a calmar a las multitudes.

Había ancianos y niños reunidos en la plaza. Tanto por sus actividades diarias, como por el anuncio que acababan de hacer, así que la recomendación de "mantenerse calmados" fue generalmente ignorada.