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Mu Yucheng, quien estaba de pie sobre Lan Bing mientras llevaba a su esposa en brazos, miró una vez más hacia atrás hacia la Secta Tian Jian. Al notar su pequeño movimiento, Xu Xiang sonrió levemente y dijo:

—Volveremos después de completar la misión. Decidí no volver a mi mundo, así que podemos vivir aquí con tu familia en el futuro.

Después de escuchar lo que acababa de decir, Mu Yucheng la miró durante mucho tiempo y susurró:

—Gracias, Xiang'er.

Xu Xiang asintió, luego se recostó contra él y cerró los ojos para descansar. Como estaba muy cansada después de haber sido agitada por Mu Yucheng la noche anterior, Xu Xiang se quedó dormida poco después de cerrar los ojos.

Mu Yucheng la observó durante mucho tiempo, luego besó su frente suavemente y dijo en voz baja:

—Ahora me tienes a mí. Ya no estás sola.