Shen Nianzu apretó el papel hasta que los bordes se arrugaron en sus manos temblorosas, y aun así no se dio cuenta de nada. La ansiedad aceleraba su respiración y el sudor caliente se acumulaba entre sus cejas mientras su mente pasaba por una miríada de posibilidades.
De alguna manera pudo entender las circunstancias que podrían haber llevado a la muerte de Gu Luoxin — probablemente se habían metido en algún tipo de problema como antes — pero, ¿qué pasa con Jin Jiuchi? ¿Por qué... ¿por qué estaría desaparecido? ¿Hasta el punto de que el futuro Shen Nianzu estaba lo suficientemente desesperado como para decidir que no había otra forma de salvar la situación que alterar el pasado?
Puede que no supiera todo sobre Jin Jiuchi, pero al menos sabía que el hombre no desaparecería por su propia voluntad. Entonces solo quedaba una posibilidad: un accidente imprevisto le había ocurrido, dejándolo sin otra opción que separarse de Shen Nianzu.
Pero, ¿qué podría ser?