—Wow... —Los ojos de Jin Jiuchi se iluminaron mientras observaba la mágica transformación frente a él.
Escamas plateadas comenzaron a crecer en la piel del abdomen inferior de Shen Nianzu, y sus dos piernas humanas se fusionaron perfectamente en una hipnotizante cola. Hacia abajo, el color transicionaba de un puro plateado a un delicado púrpura pálido, antes de profundizarse en un intenso púrpura real en la aleta caudal. Dos lóbulos translúcidos se materializaron a cada lado de sus caderas, balanceándose suavemente bajo la superficie del agua.
No importaba cuántas veces Jin Jiuchi la viera, la visión nunca dejaba de cautivarlo.
La cola de Shen Nianzu era tan larga que se extendía más allá de la bañera, la aleta caudal colgando algo torpemente en el aire como si estuviera juguetonamente moviendo sus piernas. Soltó un suspiro y hundió su cuerpo más profundo en la bañera, haciendo que el agua se derramara y empapara el suelo a su alrededor.