¿Por qué tan emocionado? [M]

Un destello de ferocidad brilló en los ojos de Jin Jiuchi ante la provocación, y la forma en que se lanzó contra Shen Nianzu no fue diferente a la de una bestia cerrando el cerco sobre su presa—su mandíbula abierta de par en par, lista para satisfacer su hambre con un voraz mordisco.

Y satisfacer, lo hizo. En el momento en que Shen Nianzu perdió el aliento por el peso repentino sobre él, Jin Jiuchi se abalanzó y robó ese pequeño vapor directamente a su boca con la precisión de un buitre arrebatando su presa desde lo alto en el aire.

—¡Ngh…!

Succionó el suave trozo de carne que era la lengua de Shen Nianzu y rozó su colmillo en ella, estremeciéndose cuando el movimiento hizo que las uñas de Shen Nianzu se clavaran en la parte vulnerable de su cuello. La respiración agitada de Shen Nianzu, sus manos inquietas, y los pequeños sonidos que emitía—eran como una droga potente que amplificaba el deseo que se enroscaba en su ventre.