Jin Jiuchi casi se atragantó con su aliento mientras sus ojos seguían el movimiento de la mano de Shen Nianzu. No fue hasta dos segundos después que lo que Shen Nianzu dijo anteriormente se asentó por completo en su mente. Y cuando lo hizo, alzó la mirada, conmocionado.
—¿Q–Qué acabas de decir, Nian'er?! ¿Voy a hacer— qué?!
Shen Nianzu arqueó su espalda delicadamente mientras sus dedos exploraban su agujero. Se había estado preparando mentalmente para esto toda la semana e incluso se había aflojado un poco antes de que salieran a cenar, para poder introducirse fácilmente dos dedos en su lugar, aunque el pequeño estiramiento todavía lo hizo jadear suavemente. ¡El pene de Jin Jiuchi era muchísimo más grande que sus dos dedos, así que tenía que hacer esto si no quería que su trasero fuese desgarrado!
Comenzó a mover sus dedos hacia adentro y hacia afuera, simplemente para dejar que su cuerpo se adaptara a la intrusión. Y oh… estaba empezando a sentirse bien.