Paracaidismo

¡Ding!

Pasaron unos minutos, y la voz del oficial resonó de nuevo a través del compartimiento:

—Llegaremos al destino. ¡Prepárense, queridos niños!

Casi al mismo tiempo, las persianas de las ventanas se abrieron, permitiendo a los jugadores vislumbrar el paisaje abajo.

Jin Jiuchi soltó un silbido agudo, mientras que los otros jugadores aspiraron una respiración nerviosa.

Extendida debajo de ellos había una vasta extensión de copas de árboles que se asemejaba a un mar de hongos verdes, cubiertos con una fina capa de niebla. La imponente cima del Monte Fuji atravesaba las nubes, mostrando su poder y grandeza. Quizás porque casi era el atardecer, pero todo el bosque parecía exudar un aura inquietante y sombría.

—A–Ah… —balbuceó una jugadora con lágrimas en los ojos, sus piernas temblando—. No… No puedo hacer esto. ¡No puedo hacer esto! ¡Tengo fobia a las alturas!