«¡Mierda! ¿Qué tipo de experimento es este? No soy una maldita rata de laboratorio», pensó Wen Qinxi aunque su rostro permanecía inexpresivo murmurando: «¿Dónde está Lin Lin?»
—Del otro lado. Puse algunas almohadas para que no se caiga —respondió un distraído Qie Ranzhe con su mirada pasando de los ojos de Feng Zi a sus labios antes de volver a sus ojos, preguntando—. ¿Hemos hecho esto antes?
No podía sacudirse la sensación de que ya habían hecho esto antes, pero no podía ubicar exactamente el recuerdo, lo cual era increíblemente frustrante. Pensando que fue la vez que Feng Zi lo emborrachó, preguntó. —¿Hicimos algo tú y yo cuando me emborraché?
Normalmente, no habría hecho esta pregunta, pero el déjà vu de esta situación más el hecho de que descubrió que a Feng Zi le gusta, no pudo evitar preguntar.