Tercer Mundo: Papás Terribles

—Espérame aquí. Necesito comprar algo —dijo Qie Ranzhe. Ni siquiera esperó la respuesta de Feng Zi y se lanzó hacia la farmacia.

Wen Qinxi no le dedicó ni una mirada, jugueteando con el teléfono de Nu Shen. Mientras caminaba, estaba hackeando su teléfono, algo que era pan comido para este nerd. Como era de esperarse, Feng Yu había cifrado su teléfono pero Wen Qinxi podía entrar y salir fácilmente sin dejar rastro.