—Las manos de Wen Qinxi se picaban por darle una nalgada a ese pequeño trasero por correr directo hacia el peligro. El niño solía ser obediente. Incluso si algo no le gustaba, aún lo hacía porque su papá se lo decía, pero en el momento crucial el niño eligió ser desobediente. Wen Qinxi, enojado, limpiaba toda la sangre mientras retenía las palabras furiosas en la punta de su lengua."
—La acción de limpiar de su papá era un poco dolorosa pero Feng Xieling no se atrevía a quejarse. Feng Zi estaba hirviendo de ira pero no se atrevía a regañarlo. Feng Xieling mantenía su boca cerrada, temeroso de respirar fuerte por si acaso eso provocaba la chispa que encendería el tanque de gas. Resulta que no fue él quien encendió la mecha sino Airen y Machu, quienes finalmente lograron alcanzar al pequeño monstruo que se escapó. Simplemente no esperaban que el niño realmente alcanzara a sus padres."