Cuarto Mundo: ¿Papi está acosando a Papá?

—Debes tener un maldito deseo de muerte —susurró Wen Qinxi, pero era inútil porque para Qie Ranzhe solo eran amenazas vacías. Qie Ranzhe entró en su dormitorio y cerró suavemente la puerta antes de colocar a su amante en la cama.

Qie Ranzhe se montó sobre Su Xin sujetándole las muñecas y dijo:

— Bebé, ¿olvidaste tu castigo? —antes de rozar sus labios contra la piel sensible del hombre.

El gatito furioso retrajo sus garras preguntando:

— ¿Qué planeas hacerme? —mientras estiraba su cuello hacia un lado para tener mejor acceso. Qie Ranzhe chupó el cuello de Su Xin dejando una marca que se podía identificar fácilmente.