El beso de Li Qianfan hizo que Ye Ling'er sintiera como si una corriente eléctrica recorriera su cuello, dotándola de una sensación de intensa estimulación.
Y también era muy cómodo.
Lo más importante es que nunca había experimentado esta sensación antes.
Las hormonas masculinas que emanaban de Li Qianfan también estimulaban el sentido del olfato de Ye Ling'er.
En ese momento, no solo las mejillas de Ye Ling'er estaban sonrojadas, sino que sus ojos se habían vuelto algo soñadores.
Li Qianfan vio todas las reacciones de Ye Ling'er.
Al ver que Ye Ling'er se había animado tan rápidamente, Li Qianfan estaba casi extasiado.
En efecto, estas chicas jóvenes eran más fáciles de tratar. Para una mujer madura como Liu Ruyan, este tipo de estímulo no era nada.
Con el tiempo, las manitas de Ye Ling'er se movían cada vez más rápido, haciendo que Li Qianfan se sintiera extremadamente cómodo.
Pero en ese momento, de repente, una voz masculina llegó desde adelante.