—Está bien, ya que ya lo han visto, dejar que lo miren un poco más no hará mucha diferencia.
—De todos modos, soy un hombre, no hay nada que temer.
Li Qianfan continuó de pie abiertamente, completamente despreocupado por Zhou Zitong mirando su parte inferior del cuerpo.
—Mi hermana y yo lo hablamos. Estamos dispuestos a ayudar y a ir contigo a la Secta Tianhua, pero debes aceptar tres condiciones —dijo Li Qianfan.
—Vamos a oírlas —respondió Zhou Zitong.
—Primero, tienes que garantizar nuestra seguridad —dijo Li Qianfan.
—No hay problema —Zhou Zitong asintió con entusiasmo.
—Segundo, no puedo garantizar que podré ayudar a tu Secta Tianhua a resolver su problema. Después de todo, la enfermedad contagiosa que mencionaste, aún no sé qué tipo de virus es. Si puedo resolverlo o no, solo lo sabré una vez que lleguemos allí. Si al final no puedo ayudar, no puedes culparme —dijo Li Qianfan seriamente.
—Esa es una petición muy razonable —dijo Zhou Zitong.