Al enterarse de estas noticias, el Rey Dragón reflexionó un momento antes de decir —No te preocupes por el asunto del meteorito, enviaré a alguien a recolectar meteoritos para despertar tu Sombra de la Espada Xuanyuan, en cuanto a cómo abrir la Puerta del Camino Celestial...
En ese punto, un brillo cruzó en los ojos del Rey Dragón, —Esto solo puede ser considerado nuestra última esperanza, no podemos colocar toda nuestra esperanza en este asunto.
—Entiendo —dijo Ling Feng con seriedad.
—Muy bien, puedes volver ahora. Cuando regreses, transmite un mensaje de mi parte, dile que la Tía Wan extraña a Ting Yu y que debería encontrar algún momento para venir en los próximos días —dijo el Rey Dragón, su mirada algo perdida.
Una ligera sonrisa apareció en la esquina de la boca de Ling Feng —¡Sin duda pasaré el mensaje!