—Wow, ¿esto va a ser nuestro hogar de ahora en adelante? —Ese día, después del trabajo, Ling Feng llevó a las dos damas a la villa en la Montaña Panlong.
La villa de lujo de tres pisos tenía una fuerte sensación de estilo gótico europeo, con caminos de piedra serpenteando suavemente, creando una sensación de tranquilidad y aislamiento. Plantas verdes rodeaban el área, y una enorme fuente floral se encontraba frente a la villa, que emitía un aire suave y húmedo desde la distancia.
Lo que sorprendió aún más a las dos mujeres fue lo fresco que era el aire alrededor de la villa. En comparación con la neblina gris del Distrito de la Ciudad de Yanjing, ¡este lugar estaba lleno de la frescura y sutil elegancia de la jungla!
Las dos mujeres intercambiaron miradas, viendo la alegría en los ojos de la otra. Claramente, estaban muy satisfechas con la villa.
—¡Joven Maestro, he estado esperando por mucho tiempo! —Ao Yun saludó a los tres con una cara sonriente de pie afuera.