Después de un ataque inexplicable, Ling Feng y su grupo finalmente habían regresado a la base de la Puerta Divina sin sufrir daño alguno.
La base de la Puerta Divina estaba escondida bajo una pequeña montaña, rodeada por los mejores expertos de la Puerta Divina en guardia. El interior estaba interconectado para que, si surgía algún problema, pudieran retirarse en cualquier momento.
Habían pasado seis meses desde su última visita a la Puerta Divina, y naturalmente, los sentimientos de Ling Feng eran bastante complejos. Aquí residían sus recuerdos más oscuros y opresivos, sus recuerdos más dolorosos y temerosos, ¡y la camaradería resuelta de hermanos que compartían vida y muerte!
A decir verdad, durante ese contraataque, Ling Feng y sus hombres no tenían ninguna posibilidad de ganar. Lo que realmente querían era liberarse del control del Doctor Loco, ¡escapar de este destino desesperado!