Esta batalla duró todo un día, dejando toda la plaza en caos, y en el suelo aparecieron numerosos agujeros grandes y pequeños, manchados de sangre.
A lo lejos, los cadáveres de Behemots Abisales yacían dispersos. Ling Feng estaba de pie sobre la cabeza de una bestia con cabeza de toro, sosteniendo el Cuerno de Toro Abismal en su mano. La bestia miraba a Ling Feng con ojos llenos de desesperación, su cuerpo cubierto de numerosas heridas.
—Je, je, intenten atacarme en grupo de nuevo; ¡ahora saben lo duro que soy! —Ling Feng se tambaleaba, con muchas heridas, especialmente una enorme herida en el pecho, tan profunda que se veía el hueso, incluso mostrando la pulsación de sus órganos.
El linaje del Abismo tiene una velocidad de recuperación increíble, pero aun así, no podía sanar rápidamente las graves heridas en todo el cuerpo de Ling Feng.
Ling Feng miró a la bestia con cabeza de toro debajo de él; esta era la última bestia. Al matarla, Ling Feng podría superar el nivel.