El rostro de Fein estaba apagado. Era muy consciente de la fuerza de Lang Mu, pero nunca esperó que Lang Mu fuera tan frágil como un muñeco de papel en manos del oponente, completamente indefenso. ¡¿Cómo podía ser esto posible?!
—¿Cómo pudo pasar esto? —La cara de Fein se puso pálida, sus labios temblaban. Había pensado que incluso si Lang Mu no estaba a la altura del oponente, la brecha entre ellos no podía ser tan enorme.
Ling Feng caminó hacia Fein.
—Si tu confianza proviene de este tipo al que acabo de enviar volando, entonces lamento decirte: ¡no tienes suerte!
Fein no pudo evitar retroceder.
—¡No, no puedes hacerme daño! ¡Soy el sucesor de la familia Morgan! Si me haces daño, la familia Morgan nunca te dejará ir.
Con un fuerte estruendo, Ling Feng pateó a Fein en el abdomen, enviándolo al suelo. Si Ling Feng no hubiera contenido su fuerza, esa patada por sí sola habría enviado a Fein directo al Cielo.