En este momento, el Aeropuerto de Tokio ya estaba rodeado por innumerables figuras vestidas de negro. En la sala de espera, Inoue Sakura y Catherine estaban esperando el vuelo de Huaxia.
—Catherine, ¿cómo crees que está mi atuendo hoy? ¿Le gustará al Hermano Ling? —Inoue Sakura miró su ropa y preguntó de nuevo.
Hoy, Inoue Sakura llevaba una falda blanca de pliegues, un cárdigan rosa, y debajo una camiseta sin mangas blanca alzada por picos imponentes, revelando una clavícula seductora. Llevaba pequeñas botas de cuero, calcetines hasta las rodillas, con sus muslos blancos como la nieve vislumbrándose, emanando un sentido de felicidad juvenil.
El atuendo de Inoue Sakura hoy dejó muchas bocas abiertas; nadie esperaba que la normalmente severa Líder del Clan más joven de la Familia Inoue mostrara tal lado.
Catherine, dándose una palmada en el pecho, dijo: