A la mañana siguiente de haber entrenado con ayuda de la guía de entrenamiento del guantelete,me di cuenta al abrir mis estadísticas, que estas habían aumentado un poco.
Me sentí feliz. Ese esfuerzo no había sido en vano, de ahora en adelante quisiera ser una aventurera del más alto rango. ¿Cómo comenzó esta nueva meta?
La verdad es que cuando recibí este sistema por parte del guantelete pensé que era algún tipo de maldición, pero ahora que lo pienso mejor, se que no lo es.
Más bien, es un tipo de bendición.
Las distintas profesiones estudiadas por las personas a las que gustan estas no generan tanto dinero para subsistir como debería.
Un ejemplo sería ser mercader, médico sanador, consejero real, chaman, ingeniería mágico-industrial, entre otras muchas que hay.
En cambio ser aventurero es otro cuento. En eso te llevas la gloria, respeto y admiración de la sociedad, ser aventurero también te deja una gran fortuna, pero yo no lo haria por el dinero, sino, para llegar a ser alguien grande, una gran aventurera muy fuerte en todo el mundo.
Esa llama se me apagó hace mucho tiempo, ¿sabes?.
Pero ahora se está avivando y volviendo con aún más fuerza.
Cuando era pequeña, papá me contaba sus aventuras antes de dormir cuando el era aún un aventurero.
Me contaba que el y sus compañeros aventureros cazaban grandes bestias, hacían los encargos que otros aventureros nisiquiera volteban a mirar, no por su dificultad, sino por que eran encargos que no dejaban mucho dinero.
Era un gran aventurero, tanto poderoso como humilde y noble.
Mi padre es mi ejemplo a seguir si un día comienzo mi vida como aventurera, que será en un par de años.
Bueno, debo dejar de seguir aventandole flores a mi padre. Convertirme en una aventurera de renombre, ese es mi objetivo, y... también descubrir que son en realidad esos guanteletes, aunque falta encontrar su otro par.
Por cierto, esa información acerca de las profesiones me la dio Luna, es una chica bastante inteligente, lo sé.
Perspectiva de Narka:
Desde que me fui de la aldea con mis padres para esa reunión tan importante que tenían mis padres, empiezo a extrañar un poco a los chicos, he hecho esto bastantes veces, pero siempre los extraño.
Sobre todo a la pequeña Miu que ya no tiene nada de pequeña. La verdad no se que le habrá pasado para que su cuerpo tome esa forma más esbelta.
La habré conocido hace poco, pero... aun así es a la que más extraño. Quisiera ver esa sonrisa que me puede engatusar en estos momentos, además... lo admito, es la primera chica que rapta mi corazón de esta manera.
A lo largo de mis once años de vida he conocido a las hijas de los nobles que mi padre visitaba por asuntos internos, pero ni una me hizo sentir algo, lo digo enserió.
Ahora mismo estamos viajando hacia la capital porque mis padres tienen asuntos con el noble llamado Rafael Tariuzu.
La verdad no me dijeron para que ni el porque, tal vez sea algo tan importante que nisiquiera me lo quieran contar.
Me desvié de mi tema, una disculpa por eso. No había sentido esto por otra chica antes, Miu es la única por la que siento esto.
Cuando la vi toda mojada, me recordó a un gatito recién bañado pero, no me reí, al contrario quedé hechizado por ese encanto.
Pude ver que tras esa apariencia de gatita bañadita, había una chica inocente y a la vez veía como en un lapso tan corto ya la estaba tomando de la mano, como si me quisiera casar.
Bueno, bueno, primero tengo que conocerla mejor y presentarme adecuadamente a sus padres. Digo eso como si ya tuviéramos algo pero ella creo que ni me topa... ¡no te pongas así! ¡el que no arriesga no gana!
Regresando de la capital la voy a invitar a una cita, ¡promesa de hombre!
—Mi amor, ¿en que piensas tanto?
—¡Ah!... pero si eras tu mamá, lo siento, no estaba pensando en nada.
—Seguro es en esa niña pelirroja, ¿no es verdad?
—¡No, te equivocas!
—Entonces, ¿por que te sonrojas tanto?
—No es nada...
—Vamos Kathy, déjale al niño que vi-
—¡Será mejor que te calles, cariño! ¡por que apoyas esto si sabes que es demasiado pequeño para esas cosas!
—Lo siento hijo hasta aquí llego, sabes como es tu madre, si la hago molestar... No podré comer.
—¿¡A que te refieres con que no vas a comer papá!?
—¿Que? ¡Glen!, ¿¡Por qué le enseñas esas palabras a Narka!?—Dijo Kathy con la cara sonrojada.
—Lo-lo siento (¡eres un hijo del demonio!)
—Jejejeje.
Solo me pude reír al ver como mi padre le pedía perdón a mi madre por eso. La verdad no entendí a que se refería mi padre con eso de "No comer".
Dejando ese momento tan vergonzoso e irónico de mi padre, ya había pasado un par de días desde que me fui de la aldea, creo que unos 5 días. Cinco días en los que no veo a los de la aldea.
No tengo que ponerme triste, al fin y al cabo ya llegamos a la capital real. Después de estacionarios y llegar a donde nos íbamos a hospedar un tiempo, me cambié de ropa y mis padres también.
Y así, nos fuimos a un restaurante de toda la vida, en donde siempre veníamos cuando íbamos a la capital real.
Yo pedí un estofado de cordero acompañado con un te ya que aun estábamos en épocas de invierno, es lo que casi siempre ordenó en estas épocas del año.
Mi padre pidió algo simple como es de costumbre, pero mi madre pidió algo demasiado exótico como carisimo.
Una cola de Dracuatico (son una especie de dragones que viven en lo más profundo del mar y raras veces salen a la superficie, además de su rareza, su carne es un completo manjar entre la nobleza y realeza de Babilonia y de muchos otros reinos.).
Si lo que ahora estoy comiendo cuesta unas diez monedas de plata, lo que ordenó mi madre vale unas 10 monedas de oro.
Bueno no es de extrañarse, mi madre siempre a sido de gastar en cosas costosas y exóticas, algo parecido como a un coleccionista, aunque esa no es la mejor comparación...
Mi padre es lo contrario a mi madre, en lugar de derrochar el dinero, siempre trata de ahorrar lo más posible. Un ejemplo es lo que ordenó, que no supera las 2 monedas de plata.
Terminamos de almorzar, mi padre era el que iba a pagar por los dos pero yo le dije que yo iba a pagar mi comida y la de mi madre.
Me agradeció en suspiros diciendo
Me salí del restaurante sin antes preguntar en donde se localizaba la vivienda del noble con el que mi padre iba a tener esa reunión, por lo que regresé y le pregunté.
Ya con la dirección de la vivienda del noble memorizada, fui sin ninguna preocupación a mi tienda mágica. En el camino no pude evitar saludar a algunos conocidos de mi padre, que al verme me saludaron diciendo <¡Que tal, Glencito!> solo pude soltar una risa ante ese nombre... La verdad es un diminutivo muy bueno para mi que tengo gran parecido a mi padre.
No solo me encontré con conocidos de mi padre, sino, también con conocidos de mi madre. La señorita Alicia Perengrim.
No lo conté pero mi madre es hija de un noble de apellido Perengrim, mano derecha del rey de Babilonia.
Y la señorita Alicia es hermana de mi madre... no recuerdo cuando fue la última vez que vi a mi tía.
—¡Pero miren a quien tenemos aquí!
—¿Eh?, ¿¡tía Alicia!?
—¿Quien más podría ser? ¡Ven a abrazar a tu linda tía!
—Tía ya estoy grande para esas cosa-
—¡Ven aquí! La última vez que te vi estabas del tamaño de un duende, ahora que te veo bien has crecido bastante.
Sin avisarme, mi tía Alicia me abrazó tan rápido que no pude zafarme.
—Oye, ¿ese no es el "Joven Dragón rojo"?
—¿Quién?... ¡Es verdad, es el!
—Y esta con una desconocida...
Dos extraños parecían haberme reconocido y me nombraron por mi sobrenombre "Joven Dragón rojo".
Me empezaron a llamar así por mi gran habilidad con la magia de fuego, me gané el respeto de casi todos en la capital real.
—Tía Alice... Por favor... estoy empezando a avergonzarme, agradecería que me soltaras.
—Oye... Pero que aguafiestas, te dejo en paz Narka que tengo que hacer un par de cosas.
—Gracias, ya me estaba quedando sin aire... Nos vemos tía Alicia.
—Le mandas mis saludos a Katherine. Bye bye...
—Si, no te preocupes je,je,je,je.
Me despedí de mi tía Alicia, pero su forma de despedirse fue un poco rara que sólo pude fingir una pequeña risa disimulada.
Cuando ya me habia despedí de mi tía y me estaba dirigiendo hacia mi tienda dos personas a las que había ayudado a resolver un conflicto entre negocios rivales, me llamaron y saludaron al pasar yo por su lado, me invitaron a tomar una bebidas en un bar cercano a lo que les respondí con el clásico <"Soy menor de edad, pero si es algo sano puede ser otro día">.
Para resumir sería "Soy menor de edad". Cuando me despedí a ellos me obsequiaron una caja llena de mangos, así que les agradecí por el deguste que me iba a llevar y seguí por mi camino.
Llegue a la entrada de mi tienda, pisé la alfombra de la puerta que daba la bienvenida, abrí la puerta y entré.
Lo primero que vi fueron a aventureros que parecían ser de rango plata, superior al rango hierro.
Y también a mercaderes que buscaban objetos mágicos raros, ellos no se centran en objetos que usaría un aventurero, como espadas encantadas, grimorios, báculos o las varitas, inferiores a un báculo.
Pasando al lados de ellos y de otros clientes, fui directo al mostrador y saludé a la recepcionista de mi tienda, Isolde Seelight.
—Hola Sol, estoy nuevamente aquí.
—Muy buenas tardes, Sr Narka, déjeme adivinar que lo trae por aquí... ¿Viene para recolectar las ganancias de estos últimos 3 meses?.
—Eehhh... E-Estas en lo correcto mi querida Sol. Pero no vengo solamente por eso.
—Dígame sus motivos, haré lo que está a mi alcance señor Narka.
—Hablame de la tienda, ¿Cómo la ves?, ¿Va mal? ¿Va bien?, quiero que me lo cuentes con todo y lujo de detalles.
—Nuestro abastecedor de objetas mágicos tuvo un accidente muy grave para ser honesta, ahora lo está sustituyendo un abastecedor nuevo hasta que se recupere del accidente.
—Demonios, era un buen trabajador, por que le tuvo que pasar esto... ¿Qué le ocurrió exactamente?
—En uno de sus viajes para entregarnos los nuevo objetos mágicos, se rompió una piedra al tropezar con una roca. Tan buen trabajador que una simple roca lo dejó fuera de servicio.
—Oye Sol no seas sarcástica, fue un trabajador ejemplar ¿sabes? Era nuestro abastecedor de confianza. ¿Y el nuevo?, ¿Cómo está trabajando?
—Mil disculpas sir Narka. Respecto al nuevo abastecedor, no está teniendo ni un problema.
—Muy bien, me alegró por el nuevo. Conociéndote, se que si hubiera cometido el más mínimo error, lo hubieses despedido. Cuéntame mas novedades.
—Bien, un noble al que uno de nuestros productos le salvó la vida, decidió patrocinarnos y ahora nos conoce gran parte de Babilonia.
—Esas son buenas noticias para alegrar una triste pérdida, bueno... ¿Algo más?
—Si, le comentó que yo no soy capaz de hacerme cargo de todos los roles en la tienda, por lo que me vi obligada a reclutar a personal tanto de limpieza como de seguridad, el nuevo empleado debe de salir en bre-
—¡Lo siento mucho!, ¡No era mi intención!
—¡Oye, acabas de romper el objeto que iba a comprar! ¿Que piensas hacer para solucionar tu error? ¿¡Eh!?
—¡Lo siento!, ¡de verdad!, ¡no era mi intención!
Antes de que Isolde terminará de hablar, llamó mi atención una pequeña chica vestida de mucama, que estába siendo reprendida por un cliente de la tienda.
Sol, escondiendo su rostro en su mano me dijo que esa la nueva empleada que se encarga de la limpieza y seguridad, pero a juzgar por su carácter... la veo más de limpieza.
Me acerqué para resolver resolver el conflicto, el cliente que era un mercader, insistió en que era le diéramos un producto similar junto a un gran descuento.
Lo que iba a comprar aquel mercader era tiza mágica, que se usa para rituales, muy usada por iglesias y cultos,
a este último se le prohíbe la compra y venta de la tiza mágica.
Volviendo al tema, respondí al pedido del mercader trayendo un estante repleto de tizas magicas.
—Mire aquí hay más, no hay necesidad de exigir una pluma celestina y un gran descuento.
El mercader, molesto, cogio un par de tizas magicas del estante que yo sostenia, fue donde Sol a pagar las tizas magicas y se retiró de la tienda.
Menos mal que pude solucionar este problema... Además ese comerciante pensó que eramos estúpidos, se merecía algo peor.
—¡Mu-muchas gracias por ayudarme!, ¿Cómo podría agradecérselo?
—No seas tonta y se más agresiva para que no te vuelva a pasar lo mismo.
—Oiga, ¿quién es usted para insultarme?, no lo vuelva a hacer.
—Es el jefe y dueño de esta tienda mágica llamada "Magic ark", estúpida Cecil.
—¿¡Que!? ¡Lo-lo siento señor Narka!, ¡Isolde me contó de usted!
—Oye no me llames "señor", no soy tan fuerte ni tan viejo para que me llames así, relájate un poco, ¿si?.
—Co-como u-sted diga joven Narka, ¡seguiré con lo mío!.—Exclamó la nerviosa niña en traje de mucama para después alejarse dando pasos rápidos hacía la entrada de la tienda.
Su nombre es Cecil Muhing, viene de una familia de artistas marciales de las afueras de la capital.
Es nueva en este tipos de trabajos ya que al salir de su aldea se quiso volver independiente y viajo a la capital en busca de empleo.
O eso me dijo Isolde cuando le pregunte por quien era ella realmente.
Artista marcial ¿eh?, creo que este tipo de cosas le traería fascinación a Miu, a mi también me parece interesante para ser honesto.
No es muy común ver artistas marciales en la capital, no es como que aquí hubieran dojos o algo similar.
Nisiquiera los aventureros de rango plata tienen conocimientos sobre artes marciales.
En fin... cuando acabó todo esto, le pedí a Sol que diera un reporte de las ganancias de la tienda en los últimos 3 meses.
—¡El diablo!, las ventas subieron mensualmente durante este tiempo, ya veo el efecto de el patrocinio de ese noble, ¡Esto es muy bueno!, creo que en uno de estos días voy a pensar en abrir un segundo local.
—Y... ¿piensa contratar más personal para ese segundo local, no es así?
—Que si, que si. Lo siento por explotarte tanto, ¿si?
—Muy bien, que así sea.
Creo que Sol está molesta por que le dejé a cargo el negocio por completo, muy mal de mi parte y lo acepto.
Pude aver buscado más personal la otra vez antes de que me fuera.
Algo que me pareció raro fue que cuando se le pasó lo molesta a Sol, me preguntó <¿Cómo nos ves a Cecil y a mi, sir Narka?>, a lo que respondí con:
—La verdad es que, a comparación de lo elegante, inteligente y educada que eres, Cecil es todo lo contrario a ti ya que la veo tímida, tonta y descortés. Pero mientras más tiempo esté el negocio, no pierdo la fe en que se acostumbrará y dejará de ser esa chica tonta que es ahora.
—*Tsk* Ya veo, en ese caso la estaré orientando y supervisando hasta que ese día llegue.
Y Sol se fue a la recepción. Algo que no entiendo es que me percaté de que chasqueó la lengua para luego hablar con normalidad, ¿que pasó ahí? ¿Acaso quería que le dijera que iba a despedir a Cecil?, la verdad es que no lo sé con certeza.
Dejando ese tema de lado, ya cuando me iba a ir a reunir en la casa del noble que me dijo mi padre, le pedí las ganancias que me correspondían como dueño de la tienda.
—Descontado de nuestros sueldos, la renta del local, el último abastecimiento, y los engen-... impuestos. Le quedaría una cantidad de, 50 monedas de platino junto a 80 de oro y 35 de plata.
—No es de sorprenderse, a la tienda le está yendo bastante bien.—Dije para posteriormente salir de la tienda y gritar a los cielos.
Ah es verdad, le tengo que dar una parte de mis ganancias a mi padre ya que llegamos a ese acuerdo cuando fundé esta tienda, es una gran molestia.
Bueno, almenos eso será hasta que cumpla la mayoría de edad que son los 16 casi entrando a los 17.
Esta vez si no estoy mal le tendría que dar unas 10 monedas de platino, con ese dinero puedo hacer varias compras... ya que.
Mientras que estaba perdido en mis pensamientos, pasé sin darme cuenta por un callejón algo oscuro para tomar un atajo.
Cuando me relajé y puse mis pensamientos en orden, sin darme cuenta esta rodeado por 3 personas que tenían unas pintas...
—Vaya, vaya pero si es el "Joven Dragón rojo" del se está hablando mucho.
—¡Así es!, ¡Y parece llevar bastante dinero en esa gran bolsa! , ¿Que tal si nos das un poco de ese dinero, eh niño? mejor dicho, ¡todo!.
—Sean inteligentes, no se lancen a lo idiota... ¡Oye que carajo te dije!.
—Pff, ignorante.
Uno de los ladrones que tenía un parche en el ojo izquierdo, se me abalanzó con una daga en mano, Pero...
—¡[Ignición Exógena]!
—¡Cuidado Bryan!, ¡Aléjate!.
—¿Que- ¡Aaaaaaahh!
Invoque una técnica que me enseñó mi madre llamada [Ignición Exógena], que crea una capa de fuego intensificado que salió desde el suelo, para alejar al ladrón que se me abalanzó. Terminó con quemaduras de 3er grado creo yo, sus dos brazos estaban ennegrecidos por mis llamas.
—¡AAAAHH!, ¡Que haces ahí parada sanadora!, ¡Ven y curame estas quemaduras!.
—¡Si-si!
—Carajo lo que único que no tenías que hacer, lo hicistes maldito idiota. Contigo ahí tirado como mierda, soy el único que queda así que les ganaré tiempo, sanadora, llevatelo lejos de aquí.
—¡Pe-pero, yo te-tengo que s-sanarlo-
—¡No me importa!, ¡llevatelo lejos!.
—¡S-si!
—Oye... ¿acaso nunca te enseñaron a como tratar a las niñas?
—¡Cállate, esto no es asunto tuyo!
Dijo aquel ladrón que llevaba una capucha y un pasamontañas en la cabeza junto a dos dagas en las manos, quemé a su amigo así que debe de estar furioso, ¡que miedo! ¡Ja,ja,ja,ja,ja!.
Con una velocidad digna de un tigre, fue directamente a mi moviéndose en zigzag y cuando estaba muy cerca muy cerca de mi, di un salto hacia atrás pero para cuando ya había aterrizado, ya no veía al ladrón por ninguna parte, pero entonces sentí un escalofrío atrás de mi...
—¡Hasta nunca, niño Dragón!
—¿Qu-?
El ladrón logró apuñalarme con sus dos dagas que ahora tenían veneno escurriendo de estas, o eso pensaba ese
ladrón.
—¡Que es esto!, ¿¡Por qué no caes?
—¡Ey, aquí atrás!
—¿Que? Pero si tu... ¡Pero que es est-!
El ladrón miró hacia atrás cuando lo llamé, confundido, volvió a mirar al cuerpo al que había apuñalado para solo ver sus dagas derritiéndose por el calor, para luego el cuerpo al que acababa de apuñalar, explote entre llamas abrazaría a cualquiera que esté cerca, a eso le llamo [Doble de acción].
—Le hice un favor a las personas que se parten la espalda trabajando día a día, para que ustedes, sarta de cucarachas les roben todo ese esfuerzo de las manos...
—Lo lamento... porfavor... no les hagas nada, ellos son inocentes de mi egoísmo...
—Es hora de que alguien pise a las cucarachas, o mejor dicho, ¡carbonizarlas!, ¡[Ignición Endógena]!
—Porfavor...—fue la última palabra de aquel ladrón antes de ser completamente reducido a cenizas.
Otra habilidad que me enseñó mi madre y la que más me costó dominarla fue, [Ignición Endógena] una técnica que crea llamas aún más intensas dentro de un cuerpo para luego salir con fuerza y así quemar al objetivo, es una técnica que usa la magia del objetivo para luego combistionarlo desde dentro.
Es una técnica que solo los más sádicos la usarían y se quedarían para verla, pero esta situación la amerita, no puedo dejar que personas como esas se estén paseando libremente por la capital con el dinero de otros mientras que los guardias ¡No están haciendo un carajo!.
Uhg, perdón por eso. Pero ahora que me doy cuenta los otros ladrones que acompañaban a este salieron huyendo.
Iré por ellos, ¡No debe quedar ni una sola cucaracha que roba la comida de las personas!
Estuve buscando por los alrededores durante unos minutos, hasta que los encontré bien escondidos en una iglesia.
No estaba tan lejos de donde sucedieron los hechos, parecía una iglesia a la que iba unas pocas personas por lo descuidada que estaba.
Vi la chica que estaba con ellos, que entre sollozos le estaba diciendo algo a su compañero.
—Bryan, te dije que no lo hicieran, que no siguieran ese camino, tarde o temprano la muer- mue-... *sobs*
—Lo sé, lo sé, ¡lo sé mejor que nadie! Pero... no conseguíamos ni un trabajo, nuestros talentos son más aptos para trabajos sucios. Ryan era el que lo sabia mejor que nadie y aun así... aun así... el está...
La sanadora lloraba por la muerte de su compañero de nombre Ryan, a la vez que el otro ladrón llamado Bryan estaba lleno de impotencia y melancolía, ni uno de los dos podía asimilar que su compañero ya no está en este mundo.
Ese es el tipo de luto que guardan las personas cuando sus amigos y familiares mas cercanos, o esposas parten hacia el más allá.
Es un dolor que no se puede asimilar tan de derrepente, y cuesta superar, un vacío que se queda ahí como si de un librero sin libros se tratase.
Esa... es la muerte.
Pero, por que estoy sintiendo tristeza por ellos, no son más que viles sabandijas que viven el día a día robando y matando, no son dignos de la vida y nunca lo serán.
Sus pecados están a la vista y observados por mi, no merecen ni un tipo de perdón, ¡Ni uno solo!.
—¡Ya es tarde Bryan!, no trates de ir por el, ese joven desprendía una gran aura mágica, como la de un mago de rango Germánico, superior a uno de plata y hierro...
—¡debo ir!, ¡eso no me importa! ¡Ryan es como mi hermano!, ¡No lo dejaré ahí tirado!
—¡Que linda amistad!, ¡a eso lo llamo una verdadera conexión! Lastima que el otro ya no está entre ustedes.
Aquella sanadora le negaba a que el otro ladrón fuera por su compañero ya muerto, pero terco, no hizo caso e iba a ir de todas formas si yo no aparecía, solo para encontrar nada más que cenizas.
—Oye, ponte detrás de mi que eso no es humano.
—Está bien, pero yo te apoyaré desde atrás, tenemos que vengar a Ryan a como de lugar.
—Eso yo te iba a decir, entonces, ¡vamos!
La sanadora que estaba de rodillas en el suelo, se secó las lágrimas y se puso de pie con una tenacidad digna de una heroina, y esa mirada, lo es aún más... Ahora le quitaré esa mirada.
—¡Aqui voy!, apoyame.
—¡Si!
—¿¡Ya se resignaron!? ¡pelear es inútil!
—¡[Sigilo]!
—¡[Aumento]!
—¿¡Una técnica de asesino y otra de apoyo!?, ¡espero que almenos duren más de un minuto!.
El ladrón llamado Bryan usó una técnica exclusiva de asesinos [Sigilo], y la sanadora lo está apoyando con [Aumento] que mejora todas las capacidades de un ser dependiendo de la habilidad del que lo ejecuta.
No podía ver al ladrón... pero lo sentía y lo percibía, muy mal ahí, eso les costará la vida.
—¡Te veo, cucaracha!
—¡Mierda!, ¡[Doppelganger]!
—[Paso de Baphomet]
—¿¡Que-!?
Cuando me estaba dirigiendo hacia el ladrón para usar [Ignición Endógena], se sorprendió de que pueda percibirlo y usó [Doppelganger] una habilidad que te permite tener un doble de ti mismo, pero me parece haber visto esa habilidad en alguna otra parte.
Aquel ladrón en lugar de invocar un doble, invocó dos. Al estar dentro de su triángulo de dobles me vi obligado a usar [Paso de Baphomet] como último recurso para acabar esto lo más rápido posible.
—¡Bryan!
—Es inútil, todo se acabó.
El [Paso de Baphomet] envuelve de llamas rojas al usuario para luego expandirse y causar una gran explosión en un gran área.
Cuando usé aquella técnica, quemé la iglesia entera junto al ladrón que yacían sus cenizas en el suelo, esparcidas.
No encontraba a la sanadora por ninguna parte, pensé que se carbonizó junto a su compañero. Una muerte muy unida para escorias como esas.
Pero cuando ya me estaba yendo del lugar, escuché un trozo de madera caer y cuando volteé para ver que era, vi a la sanadora aún viva pero con leves quemaduras.
—Sigues viva, ¿eh?—exclamé para luego agarrarla del cuello y subir mi brazo hasta verla cara a cara.
—Joven porfavor... no lo haga, se lo pido...
—Te voy a dar el beneficio de explicarte.—Dije para luego soltarla y usar [Beneficio de la duda] que me permite ver a través del corazón de las personas, ósea que me permite detectar las mentiras.
Pude ver como de la técnica que usé, aparecía una balanza a mi lado y se conectaba con hilos de fuego al pecho de la sanadora.
—Nosotros hemos vivido siempre en las calles de la capital, nunca hemos salido de aquí, sobreviviendo de las limosnas y de los diezmos de la iglesia, no fue hasta que en nuestra adolescencia Ryan y Bryan decidieron abandonarme y rechazar vivir en una de las iglesias de la capital.
Yo fui la única que aceptó vivir en la iglesia, en donde aprendí a ser sanadora. Y así pasaron los años hasta que decidí volverme aventurera, me fue bien apoyando a mis aliados, pero eso no duró mucho hasta que me volví a encontrar con Bryan y Ryan, totalmente diferentes.
Los dos eran... criminales, no hay otra forma de describirlo. Me encontraron y me pidieron ayuda como soporte, al verlos me negué totalmente, estaba muy decepcionada de ellos dos, pero al final acepté, pensé que iban a enmendar sus errores, fui una tonta.
Cuando pensaba en que se arrepintieron de ese camino, me doy cuenta que ya estaba tratando de robarle a usted. Me engañaron totalmente... dicen que la traición no viene de un enemigo, y es verdad...
Cuando la sanadora me terminó de contar su trágica historia rompió en llanto, solo pude consolarla y disculparme por asesinar a sus amigos de la infancia. Sonará algo contradictorio o irónico, pero así lo hice.
—No te disculpes. Tampoco es como si hubiera deseado sus muertes.
—¿Pero por qué no? al final si lograban sobrevivir a esto, se recuperarian y volverían otra vez a sus mañas. ¿Por qué no deseabas que se muriera?
—Porque tuve esperanza... esperanza de que algún día se dieran cuenta y abandonarán esa vida, estaba decepcionada de ellos pero al final los seguía queriendo y esperando en la puerta del cambio.
—...
La increíble nobleza y piedad de la chica me dejó sin palabras y reflexionando sobre mis acciones mientras aún seguía de pie con la mirada perdida.
—Ya veo, esta vez se podría decir que cometí un error y a la vez no.
—¿Que?
—No es nada, estaba hablando solo. Toma esto.
—¿E-Está seguro de esto, joven?, es una de mucho valor.
Después de justificarme le di una de mis monedas de platino a la sanadora, es un regalo.
—No te preocupes, que por algo querian robarme ¿no es así?.
—... ¡Muchas gracias joven!, espero verlo pronto.
—Nos vemos, señorita sanadora.
Y así, despidiéndome de aquella sanadora salí de la iglesia destruida y fui a una de las salidas de este callejón.
Cuando salí del callejón, noté que las personas me miraban raro.
—Pobre niño...
—insolente, no debió caminar con confianza por esos callejones.
—¡Pe-pero como es posible!, ¡Joven Dragón rojo!
—¿Que... ah, ya veo.
Me miré de pies a cabeza en una de las ventanas que reflejan de una de las tiendas que había cerca mío. Y noté que estaba muy sucio y mi hombro derecho estaba manchado de sangre, puedo decir que no era la mía porque no tenía ninguna herida y no sentía ningun tipo de dolor.
—¡Joven Dragón rojo!, ¿está bien?, ¿¡le hicieron algo!?
—Aaah si, no te preocupes por eso yo veré como arreglo esto.
Uno de mis conocidos que tenia un puesto en donde vendía frutas que es uno de los que ayudo cuando tengo tiempo libre, se me acercó y preguntó preocupado por mi. Si supiera lo que pasó creo que nisiquiera se me querría acercar.
Antes de irme a una tienda de ropa, aquel vendedor de fruta agarró una canasta y empezó a llenarla con manzanas.
Oye, son mis favoritas pero con lo que pasó no tenía ganas de comer algo. Me ofreció aquella canasta y yo solo pude aceptar, cuando se me pasé esto me las voy a terminar en un santiamén.
Después de aceptar la canasta de frutas, me despedí y fui directo a la tienda de ropa más cercana que había.
Entré y fui directo a la sección de ropa elegante pasando por la de ropa casual, femenina, aventureros y demás.
De entre tantos trajes elegantes que estaban colgados, elegí uno que me pareció muy atractivo. Era de color negro el pantalón y el traje en sí, con un poco de blanco en los bordes como las mangas, el cuello y las suelas del traje.
Cabe recalcar que también elegí una camisa blanca de seda de la marca "Alenix" mi favorita, tenía una botones muy lindos.
Fui con la ropa al mostrador para pagar las prendas y...
—Muy buenas noches joven, déjeme ver lo que va a comprar porfavor. Veamos... un traje Loford negro con blanco, 5 monedas de platino. Y una camisa Alenix dd seda, 2 monedas de platino. Son 7 monedas de platino en total... ¿No quiere una bolsa para ese traje que trae puesto?
—Si... porfavor.
Pagué mis prendas y me fui a los vestidores a cambiarme. La verdad es que me veo genial, muy buena compra.
Salí con mi traje sucio en una bolsa vistiendo ya el traje nuevo y claro, las miradas no faltaron.
—Sería mejor que ahora le comprara los regalos para los chicos, en especial para Miu♥︎... aver cuanto me queda... 42 monedas de platino, 80 de oro y 35 de plata. Si que el precio de vida aquí está subiendo.
Lamentando la subida económica de los productos me fui a varias tienda para comprar los regalos para los chicos.
Faltaba una y esa era Miu, así que fue a una tienda de ropa exclusiva para mujeres hasta el cartel que había en la entrada lo decía todo, eran las piernas de un mujer...
—Dígame jovensito ¿Que es lo que está buscando? ¿o acaso es una niña?
—... No.
Le respondí molesto a la señorita que se acercó ni bien entre a la tienda, pero molesto, ¡molesto carajo!.
Hay personas que me confunden con una chica y otras que no, eso me molesta bastante.
—Aaahh lo siento, no fue mi intención. Entonces... ¿Que es lo que busca?
—Ropa específicamente para una niña de unos... ¿Nueve años? Si, nueve años.
—No se preocupe joven, que aquí hay ropa para todas las edades.
—Ah se me olvidó decirle algo muy importante.
—Y... ¿Qué es eso tan importante?
—Tiene [Desarrollo Prematuro].
—Ouh... ya veo, no se preocupe. Aquí conocemos esa enfermedad y tenemos ropa especialmente para esos percances, sigamos porfavor.
[Desarrollo Prematuro] suele darles a las niñas de entre 6 y 11 años, esto les da un desarrollo acelerado en su cuerpo como mujeres... Ya sabes de lo que hablo.
Para la gran mayoría de personas consideran esto como una enfermedad y para los enfermos resulta una bendición... Soy un pendejo, yo mismo que etiqueté como enfermo.
La señorita me llevó a una sección apartada dela sección de infantes y me mostró una gran variedad de vestidos y ropa casual para chicas con esta condición.
La verdad es que... ¡Todos le quedarían bien! ¿ahora cual elijo!?
Me tomé mi tiempo y vi cada uno de los vestido de las dos secciones, mi cabeza estaba trabajando más que cuando uso [Ignición Endógena].
Al final elegí un vestido y dos atuendos casuales. El vestido era uno rojo de seda para que combine con el cabello rojizo de Miu , la verdad es me siento raro por eso. Y los dos atuendos casuales fueron más para resaltar la pureza e inocencia de Miu.
Ya con la ropa seleccionada llamé a la señorita para que lo empacara y llevará al mostrador.
—Muy buenas noches jovensito, déjeme revisar lo que va a comprar para decirle el precio, ¿está bien?.
—Si, esta bien.
—Aver... un vestido Alenix de seda, 8 monedas de platino. Dos conjuntos de ropa casual, 4 monedas de platino. Muy bien, se lo empaco para que lo lleve.
—Wow, no sabía que Alenix también hacía ropa para damas.
—Comenzó hace un mes pero tiene potencial, por ejemplo el vestido que llevo ahorita es Alenix.
—Las cosas cambian ¿eh?.
—Ja,ja,ja,ja. Ya terminé, se lo puede llevar. ¡Muchas gracias por su compra!
—Gracias a usted, que tenga buena noche.
—¡Adiós Romeo!
—... ¿Eh?
Salí de la tienda un poco avergonzado por lo que me dijo la chica del mostrador, luego se me pasó.
Ahora que tengo esto es mano, me di cuenta de que esto es muy poco para Miu. ¿¡O acaso será este sentimiento que tengo en mi corazón lo que me hace engreirla tanto!?
No lo se y menos mal que no dije eso en voz alta, aun hay personas en las calles ¿sabes? Me verían como un loco.
Como última compra fui a una tienda de regalos que estaba cerca del sitio en donde nos hospedamos.
Entre pero... no había ni una sola persona, podía escuchar el sonido de mi propia sangre ¡mi sangre!, estaba demasiado callado para ser verdad.
Estaba apunto de salir hasta que...
—Dígame joven ¿Que es lo que busca?
—¡Ah! ¡[Paso de Baphom... ¡Oye anciano no asustes asi a la gente!.
Un anciano se me apareció detrás de mi, como toda persona normal me asusté pero mi susto fue algo extremo, casi incendio el local entero.
—Joven, está prohibido usar técnicas dentro de las tiendas ¿sabe?
—Si, si lo se. Muéstrame los que tienes.
—Adelante, vea la gran variedad de cosas que ni yo sabia que tenia.
—Veamos...
Empecé a buscar distintas cosas que le podría obsequiar a Miu, pero no sabía que escoger además que lo había eran objetos extraños.
Como una Lámpara que sólo se prendía si le dabas un poco de sangre, un libro que tenía una boca y letras extrañas, hasta un golem en miniatura que se movía y estaba dentro de una jaula, tal vez lo escogieron con magia.
—mmm... no se que elegir todo esto es demasiado extraño, creo que debí ir a una tienda de regalos más colorida.
—¿Para quien es el regalo? ¿para un amigo o una chica?
—¡Carajo anciano! No te aparezcas así. Es para una chica
—¡Oh! Ya veo, con que un enamorado ¿eh?, tengo lo que buscas.
—Aver...
Aquel anciano me llevó a una esquina de la tienda en donde habían objetos aún más raros. Quien rayos compraría una caja pequeña y cuadrada con un vidrio delante, y tiene escrito una manzana mordida atrás, ¿¡Que carajo venden aquí!?
—¿Qué le parece este?
—mmm...
El anciano sacó de un cofre una especie de libro con un ojo e el centro, no era para nada aterrador pero se tía algo extraño.
—¿Que tiene de especial ese libro?
—No es un libro cualquiera. Es un diario, este diario le perteneció al gran y único aventurero rango darkmatter, Kamael Diamondshadow.
—Viejo... ese aventurero es de hace 500 años y tienes su diario, que en los registros si decían que llevaba uno pero no se dice como era. ¿Y tu lo tienes? No se, aquí huelo algo raro.
—Ábrelo y me cuentas.
—Pero-
—Ábrelo.
—Oye abuel-
—¡Que lo abras te digo!
—Bueno ya, ya... ¡QUE MIERDA ES ESTO!
Cuando abrí el Diario de Kamel el aventurero más grande de la historia, un fuerte viento y una luz dorada me impidieron leer lo que estaba escrito.
Pero mientras estaba siendo embestido por ese viento tan feroz y aquella luz tan cegadora, me empezaron a llegar recuerdos que no eran míos, recuerdos que tal vez le pertenecían a Kamael Diamondshadow.
—Joven será mejor que lo cierre de una vez, si es que no quiere que los registros de ese aventurero quede en el olvido.
—¿¡QUE DICES ANCIANO!?
—¡Que lo cierres!
El anciano me estaba diciendo algo pero yo no escuchaba por el viento que me estaba soplando en la cara, hasta que de pronto el anciano cerró el diario por mi abruptamente, y pude respirar por fin.
—Anciano... será mejor que... me des una buena razón que salve a ese libro de no comprarlo.
—Si así quieres, quien soy yo. El diario cambia de forma según la personalidad de quien escriba en el, Kamael tenía una personalidad algo retorcida por algo es el diseño. El diario no tiene fin, puedes escribir cuantas páginas quieras y no se acabará. Viene con su propio bolígrafo que también cambia dependiendo de la personalidad de quien lo use. Y últimamente a las chicas les está atrayendo el uso de los diarios, hasta las princesas tienen uno, así que no esperes más.
—Wow, ahora que lo dices así... ¡A ella le encantará!
—Buena elección, son 5 monedas de oro.
—... ¿Tan barato?
—Para una persona normal 5 monedas de oro seria como sacarse la lotería. Así que si, está barato.
—Está bien, me llevo.
—Enseguida se lo empaco.
Ya con el regalo comprado me decidí a salir de la tienda para dirigirme a mi casa temporal. Estaba a punto de despedirme del extraño anciano y su tienda también extraña, hasta que me doy cuenta...
—¿eh?...¿¡Qué!? ¿¡Qué acaba de pasar aquí!? ¡Pero si había entrado a esa tienda! ¿¡Cómo es posible de que ya no esté!?
—¿Joven, se encuentra bien? ¿Le pasa algo?
—aahhh... disculpe las molestias, ya me iba.
Cuando volteé para despedirme del anciano, su tienda ya no estaba, la estaba sustituyendo una casa de empeños, lo que me hizo perder la cabeza aún más.
Bueno... Me relajé y caminé respirando hondo durante todo el camino hasta llegar a mi casa temporal. Estaba tan loco que is padres me preguntaron si estaba bien, no estoy bien, creo que me estoy volviendo loco.
Solo espero que le guste todo esto a Miu♥︎...