—Murong Yeyun de repente señaló a Hao Jian y le dijo a Guo Shuxian —Este tipo hace lo que quiere en Ciudad Hua, tiene algunas vidas en sus manos, e incluso ha formado ****** fuerzas que ponen en peligro la seguridad pública. ¿Y tú haces la vista gorda y aún dices que no es negligencia del deber? ¿Podría ser que no es negligencia sino indulgencia intencionada? Si ese es el caso, entonces creo que ya no necesito involucrar a la Señorita Guo.
—¿Me estás amenazando? —preguntó Guo Shuxian fríamente.
—Puedes tomarlo así, pero lo que quiero decirte es que a veces es mejor que no te metas en asuntos, para que no te metas en problemas —dijo Murong Yeyun indiferentemente, su tono no sin una advertencia.